Educación Física

Las concepciones de la Educación Física han variado en el curso de la historia, en respuesta a los distintos modos de concebir al hombre en diferentes tiempos y lugares. Comprender las pautas sociales y culturales con las que se han resignificado al cuerpo y las prácticas corporales en situaciones escolares, lleva a considerar la importancia del cuerpo y la motricidad como incidentes en la formación integral del ser humano. Concebido el hombre como un ser único e irrepetible cuya trascendencia lleva a valorar las dimensiones del mismo, el cuerpo y la motricidad cobran sentido y requieren de una intervención educativa, intencionada y sistemática.

La Educación Física forma parte de la realidad del sujeto y, por ser la motricidad el vínculo ineluctable entre éste y el mundo, se constituye en cimiento de todo proceso educativo. Centra su acción en las conductas motrices como parte inherente a todo aprendizaje, mediatizando el desarrollo de las competencias psico-socio-motrices y favoreciendo la integración a un mundo pluralista y en constante cambio.

La educación en el movimiento, implica además de los aspectos perceptivos-motores, aspectos expresivos, comunicativos, afectivos y cognoscitivos. El ser humano evoluciona, mediante los procesos secuenciales que tienen lugar, en un contexto que estimula y donde el hombre es el protagonista dinámico.

De esa relación hombre medio-ambiente, se ocupa la educación, por ser la manera en que se llevan a cabo los procesos de aprendizaje.

Hoy nos planteamos, que ante un mundo de cambio, la Educación debe apuntar a la adquisición de competencias o saberes variados y significativos, que faciliten la ductilidad del ser humano ante el cambio permanente.

La Educación Física en este sentido forma parte de la realidad de la existencia humana, por ser el “movimiento”, un hilo de enlace fundamental de la persona con el medio en el que se desarrolla. El movimiento es una constante en la vida del hombre. A través del mismo, exterioriza sus necesidades, instintos, motivaciones, se comunica, expresa, relaciona, conoce y se conoce, aprende a hacer y a ser.

También, junto a las demás áreas, a la gestión institucional y al resto de la comunidad educativa, debe participar en la formación integral de los alumnos bonaerenses.

PROPÓSITOS  ESPECÍFICOS DE LA EDUCACIÓN FÍSICA EN LA EDUCACIÓN INICIAL, PRIMARIA Y SECUNDARIA

  • Que los alumnos logren identificarse con su propio cuerpo dúctil y hábil que le permita una libre expresión a partir de la auto-valoración.
  • Que los alumnos logren la disponibilidad corporal, a través de la estructuración de su esquema corporal que permita a cada ciudadano, desde la perspectiva de su motricidad, la natural aspiración de la mejor calidad de vida.
  • Que cada ser humano, a través del gesto corporal, pueda comunicarse naturalmente con sus semejantes.
  • Que la adquisición de las competencias motrices permita la resolución de problemáticas del área motriz.
  • Que el afianzamiento de hábitos, que hacen a la práctica de actividad física de manera sistemática, contribuya a la vida sana y a un uso creativo del tiempo libre.

La Educación Física es una práctica de intervención que ejerce una influencia sobre las conductas motrices de los participantes en función de normas educativas implícitas o explícitas. Toda conducta motriz es la resultante de una conjunción de elementos cognitivos-afectivos y relacionales, es decir es la persona toda la que actúa.

A partir de considerar que el aprendizaje facilita el desarrollo de las potencialidades del hombre y al mismo tiempo le posibilita a éste adaptarse a un medio, es que la intervención debe poseer una intencionalidad clara, respetuosa de la evolución, de las características de cada edad, de necesidades e intereses individuales y sociales. Es así entonces que aparecen grandes principios que en cierta forma iluminan el accionar educativo.

Afirmándonos en la razón de ser de la Educación Física en el ámbito escolar y su incidencia en el desarrollo motor del alumno, toda la intervención educativa debe estar al servicio de los aprendizajes significativos y con sentido para que la misma se concrete.

Todo aprendizaje es el resultante de experiencias anteriores, de aprendizajes previos; antes de aprender a jugar un deporte, el niño debió realizar distintos tipos de actividades con intencionalidades bien definidas:

  • Puntería, correr detrás de la pelota, correr entre objetos; (estructuraciones espaciales, temporales y objetales),
  • Correr y frenar; lanzar; correr botando la pelota; pasar de distintas formas; (esquemas coordinativos),
  • Jugar a la mancha; perseguir y ser perseguido; (inteligencia táctica),
  • Compartir tareas en juegos, en driles, en actividades,
  • Participar en juegos grupales; (relaciones interpersonales, relaciones vinculares respeto a la norma, aceptación de las propias posibilidades; aceptación de las posibilidades del otro),
  • Realizar trabajos tendientes al desarrollo de la resistencia; fuerza; velocidad (capacidades condicionales).